Cuando se trata de calcular los metros construidos en una vivienda, es común que surjan dudas respecto a si un porche cuenta como parte de estos metros o no. En España, la legislación establece ciertos criterios para determinar qué elementos se consideran como parte de la superficie construida de una vivienda y cuáles no.
Para comenzar, es importante tener en cuenta que los metros construidos de una vivienda son aquellos que están destinados al uso habitacional propiamente dicho, es decir, aquellos espacios que pueden ser utilizados como dormitorios, salas de estar, cocinas, baños, entre otros. Por lo tanto, los metros construidos no incluyen áreas como jardines, terrazas o porches.
Sin embargo, existen excepciones a esta regla general. En el caso de los porches, si cumplen ciertos requisitos, pueden ser considerados como parte de los metros construidos de una vivienda. Para que esto sea posible, el porche debe estar cerrado en al menos tres de sus lados y contar con elementos de cerramiento, como ventanas o puertas. Además, debe estar integrado de forma continua a la estructura principal de la vivienda, sin que exista una separación física evidente.
En estos casos, el porche se considera como una ampliación de la vivienda y, por tanto, se suman sus metros cuadrados al total de los metros construidos. Esto implica que el valor de la vivienda se incrementa, ya que se considera que se cuenta con un espacio útil adicional.
Es importante destacar que, para que un porche sea considerado como parte de los metros construidos de una vivienda, es necesario contar con la correspondiente licencia de obra y cumplir con la normativa urbanística vigente en cada municipio. Además, es recomendable contar con el asesoramiento de un arquitecto o técnico competente, quien podrá realizar los cálculos precisos y determinar si el porche cumple con los requisitos necesarios.
M2 construidos: definición y alcance
Los M2 construidos se refieren a la medida de la superficie construida de un edificio, vivienda o cualquier tipo de propiedad. Esta medida se expresa en metros cuadrados (m2) y se utiliza para determinar el tamaño o la extensión física de una construcción.
El alcance de los M2 construidos abarca todos los espacios que forman parte de la propiedad. Esto incluye tanto las áreas útiles, es decir, aquellas que pueden ser utilizadas y habitadas, como las áreas comunes o compartidas.
Entre los espacios que se tienen en cuenta al calcular los M2 construidos se encuentran: las habitaciones, los baños, la cocina, el salón, las terrazas, los balcones, los garajes, los trasteros, los pasillos, las escaleras, entre otros.
Es importante tener en cuenta que los M2 construidos no incluyen las áreas exteriores o no construidas, como los jardines, los patios o las áreas verdes. Además, esta medida no considera la altura de los espacios, es decir, no diferencia entre una construcción de una sola planta y una construcción de varios pisos.
Los M2 construidos son utilizados en diversos ámbitos, como el inmobiliario, para determinar el valor de una propiedad en venta o alquiler. También son utilizados en el ámbito de la construcción, para calcular los costos de una obra o para determinar la capacidad de un edificio en términos de ocupación.
Terraza descubierta: cómo computar
Una terraza descubierta es un espacio al aire libre que se encuentra en la parte superior de un edificio o en la planta baja. Es un lugar ideal para disfrutar del buen tiempo y relajarse al aire libre.
A la hora de computar una terraza descubierta, es importante tener en cuenta varios aspectos. A continuación, se detallan algunos puntos a considerar:
1. Superficie: Es necesario calcular el área total de la terraza descubierta. Para ello, se puede medir la longitud y la anchura y multiplicar ambos valores. La unidad de medida más común es el metro cuadrado (m²).
2. Materiales: Es importante tener en cuenta los materiales utilizados en la construcción de la terraza descubierta. Esto puede incluir el suelo, las paredes, los barandales, entre otros. También es relevante considerar el costo de cada material para determinar el presupuesto necesario.
3. Mobiliario: Dependiendo del uso que se le quiera dar a la terraza descubierta, es necesario determinar qué tipo de mobiliario se va a utilizar. Esto puede incluir mesas, sillas, sombrillas, tumbonas, entre otros. Es importante tener en cuenta el espacio disponible y el estilo deseado.
4. Decoración: La decoración de la terraza descubierta también es un aspecto a considerar. Se pueden utilizar plantas, macetas, luces, cojines, entre otros elementos, para crear un ambiente agradable y acogedor.
5. Mantenimiento: Es importante tener en cuenta el mantenimiento necesario para la terraza descubierta. Esto puede incluir la limpieza regular, la reparación de posibles daños y el cuidado de las plantas. También se debe considerar el costo asociado a estas tareas.
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