La firma de una hipoteca es un trámite fundamental en la adquisición de una vivienda. Sin embargo, muchas veces surgen dudas sobre quién debe asumir los costos asociados a este proceso, en particular, los honorarios de la notaría.
La legislación española establece que los gastos de notaría deben ser asumidos por el cliente, es decir, por aquel que solicita el préstamo hipotecario. Sin embargo, esto no significa que no existan opciones para negociar o compartir estos costos.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que los honorarios de la notaría no son fijos, sino que varían en función del importe de la hipoteca y del trabajo realizado por el notario. Por lo tanto, es recomendable solicitar un presupuesto detallado antes de la firma.
En segundo lugar, es posible negociar con la entidad financiera para que asuma parte o la totalidad de los gastos de la notaría. Esto puede ser especialmente relevante en el caso de hipotecas con condiciones favorables o de clientes con un perfil financiero sólido.
No obstante, es importante tener en cuenta que la entidad financiera no está obligada a aceptar esta negociación y que, en la mayoría de los casos, será el cliente quien deba asumir estos costos.
En tercer lugar, es importante destacar que existen casos en los que el cliente puede solicitar la devolución de los gastos de notaría en el caso de que se hayan incluido cláusulas abusivas en el contrato hipotecario.
Estas cláusulas abusivas pueden incluir, por ejemplo, la imposición de un tipo de interés mínimo o la obligación de contratar productos vinculados, como seguros o tarjetas de crédito. En estos casos, el cliente puede reclamar la nulidad de estas cláusulas y, por tanto, la devolución de los gastos asociados a las mismas.
Gastos notariales: ¿quién los paga?
Los gastos notariales son los costos asociados a la realización de trámites legales ante un notario público. Estos gastos pueden variar dependiendo del país y del tipo de trámite que se esté realizando.
En general, los gastos notariales suelen ser pagados por las partes involucradas en el trámite. Esto significa que tanto el solicitante como el receptor del servicio notarial deben asumir los costos correspondientes.
Por ejemplo, en el caso de la compra de una propiedad, los gastos notariales suelen ser pagados por ambas partes. El vendedor y el comprador deben dividir los costos de la escritura de compraventa, la inscripción de la propiedad en el registro público y otros trámites necesarios.
Es importante tener en cuenta que los gastos notariales no son iguales en todos los países y pueden variar incluso dentro de un mismo país. Además, el monto de los gastos puede depender del valor del trámite o de la tarifa establecida por el notario.
En algunos casos, los gastos notariales pueden ser negociados entre las partes involucradas. Por ejemplo, en una negociación de contrato de arriendo, el arrendador y el arrendatario pueden acordar quién asumirá los costos de la redacción y firma del contrato.
Gastos de formalización de hipoteca: ¿quién paga?
A la hora de formalizar una hipoteca, surgen diversos gastos que deben ser cubiertos. Sin embargo, la pregunta que surge es quién debe hacerse cargo de estos gastos. En general, la normativa establece que los gastos de formalización de hipoteca deben ser pagados por el cliente, es decir, la persona que solicita el préstamo hipotecario. No obstante, existen ciertas cláusulas abusivas que han sido declaradas nulas por los tribunales, lo que ha supuesto un cambio en esta situación.
A continuación, se detallan los principales gastos de formalización de una hipoteca y quién debería asumirlos:
1. Gastos de tasación: Este gasto se produce cuando se contrata a un tasador profesional para determinar el valor de la vivienda que se va a hipotecar. En la mayoría de los casos, el cliente es quien debe pagar este gasto.
2. Gastos de notaría: El cliente también debe hacerse cargo de los gastos notariales, que incluyen la escritura de la hipoteca y su inscripción en el Registro de la Propiedad.
3. Gastos de gestoría: Estos gastos son ocasionados por los trámites administrativos necesarios para formalizar la hipoteca, como la liquidación de impuestos. En general, el cliente es quien debe asumir estos gastos.
4. Gastos de registro: La inscripción de la hipoteca en el Registro de la Propiedad también genera gastos que, en principio, deben ser pagados por el cliente.
5. Gastos de impuestos: El impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) es uno de los gastos más relevantes en la formalización de una hipoteca. Hasta hace poco, era común que el cliente se hiciera cargo de este impuesto, pero después de una sentencia del Tribunal Supremo, se determinó que debería ser la entidad bancaria quien lo pagara.
Es importante destacar que, a raíz de esta sentencia, muchos clientes han podido reclamar y recuperar los gastos de formalización de hipoteca que habían pagado indebidamente en el pasado.
Si consideras que esta información sobre quién paga la notaría en una hipoteca es relevante y útil, te invito a compartir este artículo para que más personas puedan informarse y tomar decisiones informadas en este proceso crucial.