Superficie catastral: útil o construida, una distinción relevante en la valoración.

Superficie catastral: útil o construida, una distinción relevante en la valoración.
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En el ámbito de la valoración inmobiliaria, la superficie de un inmueble es un factor determinante en la determinación de su valor. Sin embargo, es importante distinguir entre la superficie catastral útil y la superficie catastral construida, ya que ambas tienen implicaciones significativas en el proceso de valoración.

La superficie catastral útil se refiere al área de un inmueble que puede ser utilizada de manera efectiva para la habitabilidad o desarrollo de actividades dentro del mismo. Esta superficie excluye áreas como muros, pilares, patios interiores y otros espacios que no son habitables. Es importante destacar que la superficie catastral útil es la base para el cálculo de impuestos como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y tiene un impacto directo en la cuota que los propietarios deben pagar anualmente.

Por otro lado, la superficie catastral construida incluye todos los elementos constructivos del inmueble, independientemente de si son habitables o no. Esta superficie abarca tanto los espacios útiles como los no útiles, lo que implica que engloba áreas como muros, pilares y otros elementos estructurales. La superficie catastral construida es relevante en la valoración de inmuebles para determinar su tamaño y capacidad constructiva, pero no tiene un impacto directo en la cuota del IBI.

La distinción entre la superficie catastral útil y la superficie catastral construida es relevante en el proceso de valoración de inmuebles, ya que cada una de ellas tiene implicaciones distintas en el cálculo del valor. En general, la superficie catastral útil tiende a ser utilizada como referencia principal en la valoración de viviendas, ya que refleja la superficie que puede ser utilizada para vivir o desarrollar actividades. Por otro lado, la superficie catastral construida puede ser más relevante en la valoración de edificios comerciales o industriales, donde los espacios no habitables pueden ser utilizados para fines específicos.

Es importante tener en cuenta que la superficie catastral útil y la superficie catastral construida pueden diferir en función de la legislación y los criterios utilizados por cada municipio. La normativa específica de cada localidad puede establecer definiciones y métodos de cálculo distintos, lo que puede afectar a la valoración de los inmuebles. Por esta razón, es fundamental contar con un perito o tasador cualificado que esté familiarizado con la normativa local y pueda realizar una valoración adecuada y precisa.

Diferencia entre superficie construida y util en inmuebles

En el ámbito inmobiliario, es común encontrarse con los términos «superficie construida» y «superficie útil», los cuales hacen referencia a dos conceptos distintos pero relacionados con el espacio de un inmueble.

La superficie construida se refiere al total de metros cuadrados que conforman la edificación en su conjunto, incluyendo tanto los espacios utilizables como los no utilizables. Esto significa que engloba áreas como muros, pilares, escaleras, pasillos y otros elementos constructivos. Por lo tanto, la superficie construida es siempre mayor o igual a la superficie útil.

Por otro lado, la superficie útil se refiere a los metros cuadrados realmente utilizables por el propietario o usuario del inmueble. Incluye espacios como habitaciones, salas, cocinas, baños y cualquier otra área que pueda ser utilizada para fines habitacionales o comerciales. La superficie útil es la que realmente se puede aprovechar y utilizar de manera productiva.

Es importante tener en cuenta que la superficie construida y la superficie útil pueden variar dependiendo de las regulaciones y normativas de cada país o región. Por ejemplo, en algunos lugares se pueden tener en cuenta terrazas o balcones como parte de la superficie útil, mientras que en otros no.

Calcula la superficie util a partir de la construida.

La superficie útil de un espacio se refiere al área o espacio que puede ser utilizado de manera efectiva y funcional. A menudo, la superficie útil se calcula a partir de la superficie construida, que es el área total de un edificio o espacio sin tener en cuenta los elementos estructurales o áreas no utilizables.

Para calcular la superficie útil a partir de la construida, se deben considerar varios factores. Uno de los principales es la disposición y distribución de los espacios interiores. Por ejemplo, si un edificio tiene áreas con techos altos o desniveles, es posible que parte de la superficie construida no sea utilizada de manera efectiva y, por lo tanto, no forme parte de la superficie útil.

Además, también se deben tener en cuenta los elementos estructurales, como columnas o muros, que ocupan espacio pero no son utilizables. Estos elementos deben ser restados de la superficie construida para obtener la superficie útil.

Otro factor que puede influir en el cálculo de la superficie útil es la presencia de áreas comunes o espacios compartidos. Estos espacios, como pasillos o vestíbulos, no suelen ser considerados parte de la superficie útil, ya que no son utilizables de manera exclusiva por un propietario o usuario.

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