¿Qué diferencia hay entre lo urbano y lo urbanizable?

¿Qué diferencia hay entre lo urbano y lo urbanizable?
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El término «urbano» y «urbanizable» son utilizados frecuentemente en el ámbito del urbanismo y la planificación territorial. Sin embargo, es común que se generen confusiones entre ambos conceptos. En este artículo, nos adentraremos en las diferencias entre lo urbano y lo urbanizable, así como en su importancia en el desarrollo de las ciudades.

En primer lugar, es importante entender que lo urbano se refiere a aquellas áreas que han sido completamente desarrolladas y que cuentan con una infraestructura adecuada para la vida urbana. Estas zonas suelen estar densamente pobladas y ofrecen una amplia variedad de servicios, como viviendas, comercios, transporte público, parques, entre otros. En pocas palabras, lo urbano es sinónimo de ciudad consolidada.

Por otro lado, lo urbanizable hace referencia a aquellos terrenos que aún no han sido desarrollados, pero que tienen el potencial de serlo en el futuro. Estas áreas suelen estar ubicadas en la periferia de las ciudades y suelen destinarse para la expansión urbana. La clasificación de un terreno como urbanizable implica que cumple con los requisitos legales y técnicos para poder ser urbanizado en un futuro, como la disponibilidad de servicios básicos, accesibilidad y viabilidad ambiental.

Es importante destacar que la diferencia entre lo urbano y lo urbanizable no es solo una cuestión de estado actual, sino también de planificación y legislación. Mientras que lo urbano ya ha sido desarrollado y cuenta con todos los servicios necesarios, lo urbanizable está sujeto a procesos de planificación y a la aprobación de los correspondientes planes urbanísticos para su desarrollo.

Es fundamental tener en cuenta estas diferencias a la hora de abordar el crecimiento y la planificación de las ciudades. La correcta identificación de las áreas urbanas y urbanizables permitirá un uso eficiente del suelo, una planificación adecuada de los servicios y una gestión sostenible del territorio.

Asimismo, es importante mencionar que la expansión urbana hacia áreas urbanizables debe ser abordada de manera cuidadosa y sostenible. El crecimiento descontrolado puede generar problemas como la fragmentación del territorio, la pérdida de espacios naturales y agrícolas, así como un incremento en los costos de infraestructura y servicios.

Diferencia entre suelo urbano y urbanizable

El suelo urbano es aquel que ya está consolidado y cuenta con todas las infraestructuras y servicios necesarios para su desarrollo urbano. Es decir, está urbanizado y listo para la construcción de edificaciones y la realización de actividades urbanas. Es de dominio público o privado, pero su uso está destinado a actividades urbanas.

Por otro lado, el suelo urbanizable es aquel que aún no está urbanizado, pero cuenta con un Plan General de Ordenación Urbana que establece la futura urbanización y desarrollo del terreno. Aunque todavía no cuenta con las infraestructuras y servicios necesarios, se espera que en un futuro sean construidos para su posterior desarrollo urbano.

La principal diferencia entre ambos suelos radica en su estado de urbanización. Mientras que el suelo urbano ya está completamente urbanizado y listo para su uso, el suelo urbanizable aún requiere de obras e inversiones para su desarrollo.

Otra diferencia importante es la disponibilidad de servicios e infraestructuras. El suelo urbano ya cuenta con servicios como agua potable, electricidad, alcantarillado, entre otros, mientras que el suelo urbanizable deberá esperar a que se realicen las obras correspondientes para contar con estos servicios.

En cuanto a la normativa, el suelo urbano se rige por las leyes y regulaciones urbanísticas establecidas por el municipio, mientras que el suelo urbanizable se encuentra sujeto a los planes y normativas establecidos en el Plan General de Ordenación Urbana.

Transformación de suelo urbanizable a urbano

La transformación de suelo urbanizable a urbano es un proceso administrativo y legal que permite cambiar la clasificación de un terreno de suelo urbanizable a suelo urbano. Esta transformación implica modificar las normativas y regulaciones que afectan al terreno, permitiendo así su desarrollo y construcción de edificaciones.

Para llevar a cabo esta transformación, es necesario seguir un procedimiento establecido por la legislación vigente en cada país o región. En general, este proceso incluye los siguientes pasos:

1. Iniciativa de la transformación: La transformación de suelo urbanizable a urbano puede ser iniciada por diferentes actores, como propietarios de terrenos, administraciones públicas o promotores inmobiliarios. Esta iniciativa debe cumplir con los requisitos y condiciones establecidos por la legislación correspondiente.

2. Estudio de viabilidad: Antes de iniciar el proceso de transformación, es necesario realizar un estudio de viabilidad que evalúe las condiciones del terreno y determine la conveniencia de su desarrollo urbano. Este estudio puede incluir aspectos como la disponibilidad de servicios básicos, la accesibilidad, la capacidad de carga del entorno, entre otros.

3. Planificación urbanística: Una vez se haya determinado la viabilidad de la transformación, se procede a la elaboración de un plan urbanístico que establezca las normas y regulaciones para el desarrollo del suelo urbano. Este plan debe contar con la aprobación de las autoridades competentes.

4. Tramitación administrativa: Una vez se haya elaborado el plan urbanístico, se inicia el proceso de tramitación administrativa para la transformación del suelo. Esta tramitación implica la solicitud de los permisos y licencias correspondientes, así como la presentación de la documentación requerida por las autoridades competentes.

5. Ejecución del proyecto: Una vez obtenidos todos los permisos y licencias necesarios, se procede a la ejecución del proyecto de urbanización y construcción de edificaciones en el suelo transformado. Este proceso debe cumplir con las normativas y regulaciones establecidas en el plan urbanístico.

La transformación de suelo urbanizable a urbano puede generar importantes beneficios económicos y sociales, ya que permite el desarrollo de nuevas áreas urbanas y la generación de empleo y vivienda. Sin embargo, también puede generar controversias y conflictos, especialmente en relación a la ocupación del territorio y la protección del medio ambiente. Por ello, es necesario llevar a cabo este proceso de forma cuidadosa y respetando los principios de sostenibilidad y equidad.

Comparte este artículo y ayuda a generar conciencia sobre la importancia de comprender la diferencia entre lo urbano y lo urbanizable para un desarrollo sostenible y equitativo de nuestras ciudades. Juntos podemos construir un futuro más consciente y responsable.

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