Diferencias entre suelo urbano y urbanizable: una comparativa esencial

Diferencias entre suelo urbano y urbanizable: una comparativa esencial
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En el ámbito del urbanismo y la planificación territorial, resulta fundamental distinguir entre el suelo urbano y el suelo urbanizable. Estos dos conceptos son de vital importancia para entender la estructura urbana de una ciudad y su desarrollo futuro. En este artículo, analizaremos las diferencias esenciales entre ambos tipos de suelo, centrándonos en el contexto español.

En primer lugar, debemos definir qué se entiende por suelo urbano. Este tipo de suelo es aquel que ha sido transformado y acondicionado para el desarrollo de actividades urbanas, como la construcción de viviendas, infraestructuras o equipamientos. El suelo urbano se caracteriza por contar con todos los servicios e infraestructuras necesarios, como el suministro de agua, electricidad, alcantarillado o transporte público. Además, cumple con la normativa urbanística vigente y está sujeto a la ordenación y planificación urbana establecida por el municipio.

Por otro lado, el suelo urbanizable se define como aquel que, aunque no cuenta con los servicios e infraestructuras necesarios para su desarrollo inmediato, está previsto en los planes urbanísticos para ser transformado en suelo urbano en un futuro. En otras palabras, es una categoría intermedia entre el suelo rústico y el suelo urbano. El suelo urbanizable se encuentra incluido en los planes generales de ordenación urbana y está sujeto a una serie de condiciones y requisitos establecidos por la administración local.

Una de las principales diferencias entre el suelo urbano y el suelo urbanizable radica en la disponibilidad de servicios e infraestructuras. Mientras que el suelo urbano ya cuenta con todas las dotaciones necesarias, el suelo urbanizable carece de ellas en la actualidad. Esto implica que, para su desarrollo, es necesario llevar a cabo una serie de actuaciones y obras de urbanización, como la instalación de redes de abastecimiento de agua, electricidad o saneamiento. Estas obras suelen ser costosas y requieren de la inversión tanto del sector público como del privado.

Otra diferencia importante entre ambos tipos de suelo es la normativa que los regula. El suelo urbano está sujeto a la normativa urbanística vigente y a los planes de ordenación urbana establecidos por el municipio. Por el contrario, el suelo urbanizable está sujeto a una serie de condiciones y requisitos establecidos en los planes generales de ordenación urbana. Estos planes establecen las directrices y normas que deben cumplirse para llevar a cabo la transformación del suelo urbanizable en suelo urbano.

Diferencia entre suelo urbano y suelo urbanizable

El suelo urbano es aquel que ya ha sido urbanizado y cuenta con todas las infraestructuras necesarias para la construcción y desarrollo de edificaciones. Es decir, es un terreno que ya ha sido acondicionado y está listo para ser utilizado para la construcción de viviendas, comercios, industrias, etc.

Por otro lado, el suelo urbanizable es aquel que aún no ha sido urbanizado pero cuenta con un planeamiento urbanístico que indica que en un futuro será urbanizado. Es decir, es un terreno que todavía no ha sido acondicionado y no cuenta con las infraestructuras necesarias, pero tiene la previsión de ser urbanizado en un determinado periodo de tiempo.

Diferencia entre suelo urbano urbanizable y no urbanizable

El suelo urbano urbanizable y el suelo no urbanizable son dos categorías que se utilizan en la planificación y ordenación del territorio. La principal diferencia radica en el uso y las posibilidades de desarrollo que tienen cada uno de ellos.

1. Suelo urbano urbanizable: este tipo de suelo se encuentra dentro del ámbito urbano y está destinado a la construcción de edificaciones y a la implantación de infraestructuras urbanas. Es decir, es aquel suelo que tiene la posibilidad de ser urbanizado en un futuro.

– Se caracteriza por estar incluido dentro de los límites del planeamiento urbanístico y contar con los servicios básicos de la ciudad, como agua, electricidad, alcantarillado, etc.
– El suelo urbano urbanizable tiene un alto valor económico debido a su potencial para desarrollar proyectos inmobiliarios y generar plusvalías.
– Puede ser de titularidad pública o privada, y su clasificación y calificación son definidas por la normativa urbanística vigente.

2. Suelo no urbanizable: este tipo de suelo se encuentra fuera del ámbito urbano y se destina a usos diferentes a la construcción de edificaciones. Es decir, es aquel suelo que no puede ser urbanizado en ningún caso.

– Las principales características del suelo no urbanizable son su protección y conservación, ya que suelen ser áreas con valores naturales, agrícolas, forestales o paisajísticos que deben ser preservados.
– Estos suelos no cuentan con los servicios básicos de la ciudad y su valor económico es menor al suelo urbano urbanizable.
– La clasificación y calificación de este tipo de suelo también es establecida por la normativa urbanística vigente, y su uso está restringido a actividades como la agricultura, ganadería o protección del medio ambiente.

¡No dudes en compartir este artículo para que todos puedan entender las diferencias clave entre suelo urbano y urbanizable y así tomar decisiones informadas en el ámbito urbanístico!

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