En el ámbito de la compraventa de viviendas, es común encontrarse con discrepancias entre los metros cuadrados que aparecen en la escritura de la propiedad y los que constan en el catastro. Esta situación puede generar un gran problema tanto para el vendedor como para el comprador, ya que implica una falta de exactitud en la descripción de la vivienda y puede tener consecuencias legales y económicas.
La escritura de una casa es un documento legal en el que se recogen todos los detalles relacionados con la propiedad, incluyendo su superficie en metros cuadrados. Esta información es fundamental para determinar el valor real de la vivienda y su correspondiente precio de venta. Sin embargo, en ocasiones, los metros cuadrados que figuran en la escritura no coinciden con los que aparecen en el catastro, lo cual puede generar confusión y desconfianza entre las partes involucradas en la transacción.
El catastro es un registro público en el que se recogen los datos de todas las propiedades inmobiliarias de un determinado territorio. Entre estos datos se encuentra la superficie de cada vivienda, la cual es utilizada para calcular el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que debe pagar el propietario. Es importante destacar que el catastro tiene carácter oficial y, por lo tanto, prevalece sobre cualquier otra documentación, incluyendo la escritura de la propiedad.
Las discrepancias entre los metros cuadrados de la escritura y el catastro pueden deberse a diversos motivos, como errores de medición, modificaciones realizadas en la vivienda sin actualizar la documentación correspondiente, o incluso fraudes intencionados. Sea cual sea la causa, es fundamental resolver esta inconsistencia antes de proceder con la compraventa de la vivienda, ya que de lo contrario podrían surgir problemas legales y económicos a futuro.
En primer lugar, es necesario realizar una comprobación exhaustiva de los metros cuadrados reales de la vivienda, a través de una medición precisa y profesional. Para ello, es recomendable contratar los servicios de un arquitecto o ingeniero especializado en tasaciones inmobiliarias, quien utilizará métodos y tecnologías adecuadas para determinar la superficie exacta de la propiedad.
Una vez obtenida esta información, es necesario actualizar tanto la escritura como el catastro con los nuevos datos de superficie. Para ello, se debe solicitar una rectificación en el Registro de la Propiedad, presentando los informes técnicos correspondientes que respalden la modificación. Asimismo, se deberá realizar una declaración de alteración catastral ante el organismo competente, aportando la documentación necesaria y pagando las tasas correspondientes.
Es importante destacar que este proceso puede llevar tiempo y requerir de trámites burocráticos, por lo que es recomendable contar con el asesoramiento de profesionales del sector inmobiliario. Además, es fundamental informar a todas las partes involucradas en la compraventa de la vivienda sobre esta situación, para evitar posibles conflictos y reclamaciones a futuro.
Catastro y Escrituras: ¿Qué hacer?
El Catastro y las Escrituras son dos elementos fundamentales en el ámbito de la propiedad inmobiliaria. Ambos documentos son necesarios para poder tener un registro y una descripción precisa de los bienes inmuebles.
En primer lugar, el Catastro es un registro administrativo que recopila información sobre los bienes inmuebles, su ubicación, características físicas y datos del propietario. El objetivo principal del Catastro es establecer y mantener actualizada la base de datos sobre los bienes inmuebles de un territorio determinado.
Para obtener información sobre un inmueble en el Catastro, se puede realizar una consulta en la oficina catastral correspondiente o a través de la página web del Catastro. En dicha consulta se pueden obtener datos como la referencia catastral, la descripción del inmueble, su superficie, linderos, entre otros.
Por otro lado, las Escrituras son documentos notariales que certifican la compraventa o cualquier otro tipo de operación relacionada con un bien inmueble. Las escrituras contienen información detallada sobre el inmueble, los nombres de los compradores y vendedores, el precio de la transacción y cualquier otra condición o cláusula acordada entre las partes.
Para obtener las escrituras de un inmueble, es necesario acudir al notario que las haya redactado y solicitar una copia. En algunos casos, también se pueden obtener las escrituras a través del Registro de la Propiedad correspondiente.
La escritura o el Catastro: ¿quién tiene más peso?
La escritura y el Catastro son dos herramientas fundamentales en el ámbito legal y administrativo, pero cada una tiene un peso distinto en determinadas situaciones.
La escritura es el documento legal que acredita la propiedad de un inmueble. Es un contrato firmado ante notario que establece los derechos y obligaciones del propietario. Este documento es inscrito en el Registro de la Propiedad, lo que le otorga publicidad y seguridad jurídica.
El Catastro, en cambio, es un registro administrativo que recoge información sobre las características físicas y jurídicas de los inmuebles. Es gestionado por el Instituto Geográfico Nacional y su principal función es la valoración catastral de los bienes inmuebles.
En general, se puede decir que la escritura tiene más peso en lo que respecta a la propiedad y los derechos reales sobre un inmueble. Es el documento que prueba la titularidad y establece los límites y condiciones de la propiedad. Además, es necesario para realizar cualquier operación de compraventa, hipoteca o herencia.
Por otro lado, el Catastro es relevante en cuestiones fiscales y administrativas. Se utiliza para determinar el valor catastral de los inmuebles, que sirve de base para el cálculo de impuestos como el IBI. También es utilizado para la gestión urbanística y la planificación territorial.
En caso de discrepancia entre la información del Catastro y la escritura, generalmente prevalece la escritura. Sin embargo, el Catastro puede tener influencia en determinadas situaciones, como por ejemplo, en la expropiación de terrenos o en la delimitación de zonas de protección.
Ayúdanos a difundir esta información sobre la inconsistencia de metros entre escritura y catastro en una casa, para que más personas estén informadas y puedan tomar decisiones acertadas al comprar o vender una propiedad. ¡Comparte este artículo y contribuye a evitar futuros problemas!