¿Puedo negarme a pagar una derrama?

¿Puedo negarme a pagar una derrama?
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En el ámbito de la propiedad horizontal, es común encontrarse con situaciones en las que los propietarios de una comunidad de vecinos deben hacer frente a derramas extraordinarias para afrontar gastos imprevistos o de gran envergadura. Sin embargo, surge la pregunta de si es posible negarse a pagar dicha derrama y cuáles son las consecuencias legales de hacerlo.

Antes de abordar esta cuestión, es importante recordar que las derramas son acuerdos adoptados por la comunidad de vecinos en una junta extraordinaria, en la que se establece la obligación de contribuir económicamente para hacer frente a un gasto específico. Estas derramas son, en su mayoría, destinadas a obras de rehabilitación, reparaciones o mejoras de las zonas comunes del edificio.

En primer lugar, es necesario destacar que, en principio, todos los propietarios están obligados a contribuir económicamente a las derramas aprobadas por la comunidad de vecinos, de acuerdo con lo establecido en el artículo 9.1.e) de la Ley de Propiedad Horizontal. Esta obligación se basa en el principio de igualdad y solidaridad entre los propietarios, ya que los gastos comunes benefician a todos por igual.

No obstante, existen excepciones en las que un propietario puede negarse a pagar una derrama. Por ejemplo, si la derrama no ha sido aprobada correctamente según los requisitos legales, el propietario podría alegar su nulidad y, por tanto, negarse a pagarla. Además, si la derrama se destina a gastos no contemplados en el artículo 10 de la Ley de Propiedad Horizontal, el propietario también podría negarse a pagarla.

En este sentido, es fundamental que los acuerdos de la comunidad de vecinos sean adoptados en el marco legal establecido, con la convocatoria y la mayoría requerida, y que los gastos a los que se destinan las derramas estén contemplados en la normativa vigente. De lo contrario, los propietarios podrían recurrir a la vía judicial para impugnar la derrama y evitar su pago.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que negarse a pagar una derrama sin fundamentos legales sólidos puede acarrear consecuencias negativas para el propietario. En primer lugar, la comunidad de vecinos puede emprender acciones legales para reclamar el pago de la derrama, lo que podría generar gastos adicionales para el propietario en concepto de costas judiciales.

Además, el propietario que se niega a pagar una derrama puede ser objeto de sanciones económicas por parte de la comunidad de vecinos, que pueden llegar incluso a la privación del uso de determinados servicios o instalaciones comunes. Asimismo, el propietario moroso podría ver afectada su reputación dentro de la comunidad, lo que podría generar conflictos y tensiones entre los vecinos.

Negarme al pago de una derrama, ¿cuándo es posible?

Negarme al pago de una derrama es una situación que puede surgir en una comunidad de propietarios cuando se considera que el cobro de dicha derrama es injustificado o no se ha realizado de acuerdo a la normativa vigente.

Existen diferentes circunstancias en las que es posible negarse al pago de una derrama. A continuación, se enumeran algunas de estas situaciones:

1. Falta de convocatoria y acuerdo de la Junta de Propietarios: Según la Ley de Propiedad Horizontal, para que una derrama sea válida y exigible, debe haber sido aprobada en una Junta de Propietarios legalmente convocada. Si no se ha realizado la correspondiente convocatoria y no existe un acuerdo de la Junta que respalde el cobro de la derrama, es posible negarse al pago.

2. Irregularidades en la ejecución de las obras o servicios: Si se detectan irregularidades en la ejecución de las obras o servicios para los que se ha solicitado la derrama, como incumplimientos en los plazos, mala calidad de los materiales o falta de supervisión, se puede alegar este motivo para negarse al pago total o parcial de la derrama.

3. Exceso en el importe de la derrama: Si se considera que el importe de la derrama es desproporcionado o excesivo en relación a los trabajos o servicios que se van a realizar, se puede impugnar su pago y solicitar una revisión o justificación del importe.

4. Defectos en la notificación: La Ley de Propiedad Horizontal establece que la notificación de la derrama debe realizarse de manera fehaciente a todos los propietarios. Si no se ha realizado una notificación adecuada, ya sea por falta de entrega de la comunicación o por errores en la misma, se puede alegar esta circunstancia para negarse al pago.

Es importante destacar que, en caso de negarse al pago de una derrama, es recomendable hacerlo por escrito y justificar claramente los motivos de la negativa. Además, es recomendable contar con el asesoramiento de un profesional del derecho para evaluar la situación particular y determinar la mejor estrategia a seguir.

Consecuencias de no poder pagar derrama de la comunidad

1. Multas: Si un propietario no puede pagar la derrama de la comunidad, es posible que se le impongan multas por parte de la administración de la comunidad. Estas multas suelen ser proporcionales al monto adeudado y pueden aumentar con el tiempo si no se realiza el pago.

2. Embargo de bienes: En casos extremos, si un propietario no puede pagar la derrama de la comunidad durante un período prolongado, la comunidad puede presentar una demanda y solicitar un embargo de sus bienes. Esto significa que la comunidad puede tomar posesión de los bienes del propietario para cubrir la deuda pendiente.

3. Restricción de servicios: Si un propietario no paga la derrama de la comunidad, es posible que la comunidad restrinja los servicios y beneficios a los que tiene derecho. Por ejemplo, pueden negar el acceso a las áreas comunes, como la piscina o el gimnasio, o limitar el uso de servicios como la limpieza de las zonas comunes.

4. Conflictos y tensiones en la comunidad: La falta de pago de una derrama puede generar conflictos y tensiones entre los propietarios de la comunidad. Otros propietarios pueden sentirse injustamente afectados si tienen que asumir la carga financiera adicional debido a la falta de pago de otros propietarios.

5. Daño a la reputación crediticia: Si un propietario no puede pagar la derrama de la comunidad y se le imponen multas o embargos, esto puede afectar negativamente su historial crediticio. Esto puede dificultar la obtención de préstamos o créditos en el futuro, ya que los prestamistas pueden considerar que no es confiable en términos de sus obligaciones financieras.

6. Pérdida de derechos y privilegios: Si un propietario no paga la derrama de la comunidad, es posible que pierda ciertos derechos y privilegios dentro de la comunidad. Por ejemplo, puede perder el derecho a participar en las decisiones de la comunidad en las reuniones de propietarios o incluso el derecho a votar en las elecciones de la junta directiva.

7. Acciones legales: En casos extremos, la comunidad puede iniciar acciones legales contra un propietario que no paga la derrama. Esto puede resultar en costos legales adicionales para el propietario y puede llevar a una orden judicial para el pago de la deuda.

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