Una derrama es una contribución económica adicional que los propietarios de un edificio o comunidad de vecinos deben realizar para hacer frente a gastos imprevistos o extraordinarios. Estos gastos pueden estar relacionados con reparaciones estructurales, mejoras en las instalaciones comunes o cualquier otro concepto que suponga un desembolso económico no previsto en la planificación financiera de la comunidad.
Sin embargo, existen situaciones en las que un propietario puede negarse a pagar una derrama. A continuación, te explicaré cuándo y bajo qué circunstancias esto es posible.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el pago de una derrama está regulado por la Ley de Propiedad Horizontal, que establece las normas y obligaciones a las que están sometidos los propietarios de un inmueble en régimen de comunidad. Según esta ley, la derrama debe ser aprobada por la mayoría de los propietarios en una junta de propietarios debidamente convocada.
Una de las situaciones en las que un propietario puede negarse a pagar una derrama es cuando no ha sido convocado a la junta de propietarios en la que se aprobó dicha derrama. La Ley de Propiedad Horizontal establece que todos los propietarios deben ser convocados a las juntas de propietarios de forma fehaciente y con la antelación suficiente para que puedan ejercer su derecho a voto. Si un propietario no ha sido convocado a la junta en la que se aprobó la derrama, puede alegar esta circunstancia como motivo para no pagarla.
Otra situación en la que un propietario puede negarse a pagar una derrama es cuando considera que el acuerdo de la junta de propietarios que aprobó dicha derrama es nulo o está viciado de algún modo. Esto puede ocurrir cuando se ha vulnerado algún requisito formal para la celebración de la junta, como por ejemplo, no haber sido debidamente convocada o no haber cumplido con el quórum necesario para tomar decisiones válidas. En estos casos, el propietario puede impugnar judicialmente el acuerdo y, mientras se resuelve el litigio, puede negarse a pagar la derrama.
Es importante destacar que, en cualquier caso, el propietario que se niegue a pagar una derrama debe comunicarlo de forma fehaciente a la comunidad de vecinos, indicando los motivos por los que considera que no debe realizar el pago. De esta forma, se evitan malentendidos y se deja constancia de la negativa del propietario.
No es obligatorio pagar una derrama
En primer lugar, es importante destacar que una derrama se refiere a un pago adicional que se realiza en una comunidad de propietarios o en una vivienda en régimen de propiedad horizontal. Este pago tiene como objetivo financiar gastos extraordinarios o mejorar las instalaciones comunes del edificio.
Sin embargo, no es obligatorio pagar una derrama en todos los casos. La Ley de Propiedad Horizontal establece que para que una derrama sea obligatoria, debe ser aprobada por la mayoría de los propietarios en una junta de propietarios debidamente convocada.
Es decir, los propietarios tienen derecho a votar y decidir si están de acuerdo o no con la realización de la derrama y su importe. Si la mayoría de los propietarios rechaza la propuesta de derrama, esta no será obligatoria y no tendrán la obligación de pagarla.
Es importante tener en cuenta que, si bien no es obligatorio pagar una derrama, en caso de no hacerlo, el propietario que no contribuya podría perder ciertos derechos o beneficios derivados de la mejora o reparación realizada con el dinero de la derrama.
Por otro lado, es importante mencionar que existen situaciones en las que sí es obligatorio pagar una derrama. Por ejemplo, si la derrama está destinada a cubrir gastos urgentes o de conservación necesarios para el mantenimiento del edificio, la Ley establece que todos los propietarios deben contribuir, incluso si no están de acuerdo.
Evita pagar derrama
es una estrategia o acción que busca evitar o reducir el pago de una derrama. Una derrama es un concepto utilizado en el ámbito de la propiedad horizontal o en comunidades de propietarios, y se refiere al importe adicional que deben pagar los propietarios de un inmueble para cubrir gastos de mantenimiento, reparaciones o mejoras en el edificio o conjunto residencial.
Existen diversas formas de evitar pagar derrama. A continuación, se presentan algunas estrategias que pueden ser útiles:
1. Participar activamente en la comunidad: Una forma de evitar pagar derrama es involucrándose en la toma de decisiones de la comunidad de propietarios. Asistir a las juntas, proponer alternativas y buscar soluciones conjuntas puede ayudar a reducir los gastos y evitar el pago de una derrama.
2. Ahorrar para imprevistos: Mantener un fondo de reserva o un fondo de contingencia puede ser una estrategia efectiva para evitar el pago de una derrama. Destinar una parte de los ingresos mensuales a este fondo permitirá hacer frente a reparaciones o gastos imprevistos sin necesidad de recurrir a una derrama.
3. Realizar un mantenimiento preventivo: Realizar un mantenimiento regular y preventivo en el edificio o conjunto residencial puede ayudar a evitar gastos mayores en el futuro. La realización de revisiones periódicas, reparaciones menores o la renovación de elementos deteriorados puede prevenir la necesidad de realizar obras mayores y, por lo tanto, el pago de una derrama.
4. Negociar con proveedores y contratistas: Al momento de contratar servicios de mantenimiento, reparación o mejora, es importante negociar los precios y buscar alternativas más económicas. Comparar presupuestos, buscar proveedores de confianza y negociar las condiciones puede ayudar a reducir los costos y, en consecuencia, evitar el pago de una derrama.
5. Solicitar subvenciones y ayudas: En algunos casos, es posible acceder a subvenciones o ayudas económicas para realizar obras o mejoras en el edificio. Estas subvenciones pueden reducir significativamente el importe a pagar por los propietarios y, en algunos casos, incluso cubrir la totalidad de los gastos.
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