¿Cómo se llama la sensibilidad a los ruidos que molestan?

¿Cómo se llama la sensibilidad a los ruidos que molestan?
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La sensibilidad a los ruidos que molestan, también conocida como hipersensibilidad auditiva o hiperacusia, es un trastorno auditivo caracterizado por una excesiva sensibilidad a los sonidos de intensidad normal o incluso bajos. Las personas que sufren de este trastorno experimentan una incomodidad o dolor ante ruidos cotidianos que para el resto de las personas son perfectamente tolerables.

La hiperacusia puede manifestarse de diferentes formas, dependiendo de la persona y de la gravedad del trastorno. Algunos individuos solo experimentan molestias ante sonidos muy intensos, como el ruido de una motocicleta o una explosión, mientras que otros pueden verse afectados por sonidos más suaves, como el zumbido de un refrigerador o el ruido de una conversación en un entorno tranquilo.

Las causas de la hiperacusia pueden ser diversas. Algunas personas pueden desarrollar esta sensibilidad auditiva como resultado de una exposición prolongada a ruidos fuertes, como el ruido constante de una maquinaria en el trabajo o la asistencia frecuente a conciertos o discotecas. Otros pueden experimentar esta sensibilidad debido a lesiones en el oído, infecciones o enfermedades neurológicas. En algunos casos, la hiperacusia puede ser un síntoma de otros trastornos auditivos, como la enfermedad de Ménière o el tinnitus.

La hiperacusia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que la padecen. Los sonidos cotidianos pueden resultar extremadamente incómodos o dolorosos, lo que puede llevar a evitar situaciones sociales, lugares ruidosos o eventos que impliquen una exposición a ruidos intensos. Esto puede generar aislamiento social, ansiedad y depresión.

Afortunadamente, existen diferentes tratamientos y estrategias para ayudar a las personas que sufren de hiperacusia. El primer paso es buscar atención médica especializada, preferiblemente con un otorrinolaringólogo o un audiólogo. Estos profesionales evaluarán la audición y la sensibilidad a los sonidos, y determinarán el mejor enfoque de tratamiento.

Algunos de los tratamientos más comunes para la hiperacusia incluyen la terapia de reentrenamiento auditivo, que consiste en la exposición gradual y controlada a sonidos para normalizar la respuesta del sistema auditivo; el uso de protectores auditivos, como tapones para los oídos o auriculares especiales; y la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a modificar sus respuestas emocionales y comportamentales ante los ruidos.

Sentimientos de angustia por la misofonía.

La misofonía es un trastorno en el que ciertos sonidos desencadenan una fuerte e intensa respuesta emocional en quienes lo padecen. Estos sonidos, conocidos como «disparadores», pueden ser tan comunes como el ruido de alguien masticando, respirando o incluso haciendo clic con un bolígrafo.

Los sentimientos de angustia son una de las principales características de la misofonía. Las personas que sufren este trastorno experimentan una profunda incomodidad, irritabilidad y malestar cuando se exponen a los sonidos que les afectan. Esta angustia puede llegar a ser tan intensa que afecta su calidad de vida y sus relaciones personales.

La angustia por la misofonía se manifiesta de diferentes maneras. Algunas personas pueden sentir una sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar o incluso un aumento en la frecuencia cardíaca. Otros pueden experimentar una sensación de ira intensa o una respuesta de lucha o huida, lo que puede llevar a evitar ciertas situaciones o lugares donde se expongan a los sonidos desencadenantes.

Es importante destacar que la angustia por la misofonía no está relacionada con la intensidad del sonido en sí, sino más bien con la reacción emocional que despierta en la persona afectada. Incluso sonidos suaves o discretos pueden desencadenar una respuesta de angustia extrema.

La angustia por la misofonía puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes la padecen. Puede causar estrés crónico, dificultades para concentrarse, problemas de sueño e incluso provocar depresión y ansiedad. Además, puede afectar negativamente las relaciones personales, ya que las personas con misofonía pueden evitar situaciones sociales o sentirse frustradas e irritables en presencia de los sonidos desencadenantes.

Por qué el ruido me irrita

El ruido es un estímulo sonoro no deseado que puede afectar negativamente a nuestro bienestar y salud. Cada persona tiene una tolerancia diferente al ruido, por lo que lo que puede resultar irritante para una persona, puede ser tolerable para otra.

La irritación causada por el ruido puede ser el resultado de varios factores. En primer lugar, el ruido puede interrumpir nuestra concentración y dificultar la realización de tareas mentales. Esto es especialmente cierto en entornos de trabajo o estudio, donde el ruido constante puede dificultar la concentración y disminuir la productividad.

Además, el ruido excesivo puede generar estrés y ansiedad. El sistema nervioso reacciona al ruido como si fuera una amenaza, lo que provoca una respuesta de lucha o huida. Esto puede llevar a un aumento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la tensión muscular, lo que a su vez puede causar irritabilidad y malestar general.

La falta de control sobre el ruido también puede contribuir a su irritación. Cuando estamos expuestos a un ruido no deseado y no podemos hacer nada para evitarlo o reducirlo, nuestra sensación de frustración y molestia aumenta. Esto es especialmente cierto en entornos urbanos, donde el ruido constante del tráfico, las construcciones o las actividades vecinales puede resultar agotador.

Otro factor a tener en cuenta es la frecuencia y la intensidad del ruido. Algunas frecuencias son más irritantes que otras, y la exposición continua a ruidos fuertes puede tener efectos negativos en nuestra salud auditiva. Además, la duración de la exposición al ruido también puede influir en nuestra irritación. Cuanto más tiempo estemos expuestos a un ruido no deseado, mayor será el impacto en nuestro bienestar.

Si te has sentido identificado con la sensibilidad a los ruidos molestos, comparte este artículo para que otros puedan comprender y encontrar soluciones a esta condición. Juntos podemos crear un entorno más tranquilo y respetuoso.

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