Qué pasa si no cancelas una cuenta bancaria de un fallecido?

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Cuando una persona fallece, es importante que sus familiares o seres queridos tomen las medidas necesarias para cerrar todas sus cuentas bancarias. Sin embargo, es posible que en ocasiones esto no se haga de manera inmediata y surjan dudas sobre las implicaciones legales y financieras de no cancelar una cuenta bancaria de un fallecido.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que cada entidad bancaria puede tener sus propias políticas y procedimientos en relación a este tema. Sin embargo, existen algunas consideraciones generales que se aplican en la mayoría de los casos.

En primer lugar, si no se cancela una cuenta bancaria de un fallecido, es posible que se sigan generando cargos y comisiones por servicios que ya no se utilizan. Esto puede incluir, por ejemplo, el mantenimiento de la cuenta, la emisión de tarjetas de débito o crédito asociadas a la cuenta, entre otros. Estos cargos pueden seguir acumulándose hasta que la cuenta sea cerrada de manera oficial.

Además, es importante tener en cuenta que, si no se cancela la cuenta bancaria de un fallecido, los fondos que se encuentren en dicha cuenta pueden quedar en un estado de «limbo». Esto significa que, aunque legalmente pertenezcan al fallecido y, por tanto, a sus herederos, no podrán ser utilizados o retirados hasta que se realicen los trámites necesarios para su transferencia o disposición.

En este sentido, es fundamental que los familiares o seres queridos del fallecido se pongan en contacto con la entidad bancaria lo antes posible para informar sobre el fallecimiento y solicitar la cancelación de la cuenta. En la mayoría de los casos, será necesario presentar una serie de documentos legales, como el certificado de defunción y el testamento o la declaración de herederos, para poder llevar a cabo este proceso.

Es importante destacar que, si no se cancela la cuenta bancaria de un fallecido, también puede haber implicaciones fiscales. Por ejemplo, si la cuenta genera intereses o dividendos, estos seguirán siendo atribuidos al fallecido y deberán ser declarados en su correspondiente declaración de impuestos. Asimismo, si los herederos deciden utilizar los fondos de la cuenta después del fallecimiento, es posible que deban pagar impuestos sobre dichos ingresos.

Consecuencias de no dar de baja a un fallecido

Existen varias consecuencias legales y administrativas de no dar de baja a un fallecido en los registros correspondientes. Algunas de ellas son las siguientes:

1. Problemas en el ámbito fiscal: Si no se da de baja al fallecido, es posible que sigan llegando notificaciones y requerimientos de pago de impuestos y otros tributos a su nombre. Esto puede generar confusiones y complicaciones a los herederos o familiares del fallecido, quienes pueden ser responsables de liquidar estas deudas.

2. Problemas en el ámbito financiero: Si el fallecido tenía cuentas bancarias o inversiones a su nombre y no se da de baja, estas pueden seguir generando intereses, comisiones u otros cargos. Además, es posible que se sigan recibiendo extractos, tarjetas de crédito o débito, chequeras y otros documentos financieros a nombre del fallecido, lo cual puede llevar a situaciones de fraude o robo de identidad.

3. Problemas en el ámbito laboral: Si el fallecido estaba registrado como empleado en una empresa y no se da de baja, es posible que se sigan realizando aportes a la seguridad social o se generen otros compromisos laborales a su nombre. Esto puede ocasionar problemas en el cálculo de pagos de pensiones o prestaciones sociales, así como en la determinación de responsabilidades y derechos laborales.

4. Problemas en el ámbito legal: Si el fallecido no es dado de baja en los registros correspondientes, su nombre puede seguir apareciendo en contratos, escrituras, testamentos u otros documentos legales. Esto puede generar incertidumbre y conflictos en la interpretación de dichos documentos, así como dificultar los trámites de sucesión, herencia o repartición de bienes.

5. Problemas en el ámbito electoral: Si el fallecido no es dado de baja en el padrón electoral, es posible que su nombre siga figurando y se le asignen derechos y obligaciones relacionados con el ejercicio del voto. Esto puede generar irregularidades en los procesos electorales y afectar la legitimidad de los resultados.

Pasos para cerrar cuenta bancaria de un fallecido

1. Obtener el certificado de defunción: El primer paso para cerrar la cuenta bancaria de un fallecido es obtener una copia del certificado de defunción. Este documento es necesario para demostrar el fallecimiento y comenzar el proceso de cierre de la cuenta.

2. Reunir la documentación requerida: Una vez que se tenga el certificado de defunción, se debe recopilar la documentación requerida por el banco. Esto puede incluir el testamento, el acta de defunción, el poder notarial si existiera, los documentos de identidad del fallecido y del solicitante del cierre de la cuenta, entre otros.

3. Contactar al banco: El siguiente paso es ponerse en contacto con el banco donde se encuentra la cuenta bancaria del fallecido. Se puede hacer esto a través de una llamada telefónica o visitando la sucursal bancaria en persona. Es importante informar al banco sobre el fallecimiento y solicitar el cierre de la cuenta.

4. Presentar la documentación requerida: Una vez en contacto con el banco, se debe presentar la documentación requerida para proceder con el cierre de la cuenta. Es posible que el banco solicite copias de los documentos originales o que se deba presentar la documentación en persona en la sucursal bancaria.

5. Realizar el inventario de los bienes: En algunos casos, es posible que el banco solicite un inventario de los bienes del fallecido para determinar cómo se distribuirán entre los herederos. Esto puede incluir los saldos de las cuentas bancarias, inversiones, propiedades y otros activos financieros.

6. Cancelar tarjetas y chequeras: Como parte del proceso de cierre de la cuenta bancaria, se debe cancelar cualquier tarjeta de débito o crédito asociada a la cuenta, así como también las chequeras. Esto garantizará que no se realicen transacciones no autorizadas en la cuenta después del fallecimiento.

7. Distribución de los fondos: Una vez que se haya cerrado la cuenta bancaria, se podrá proceder a la distribución de los fondos entre los herederos legalmente designados. Esto se realizará de acuerdo con las leyes y regulaciones aplicables al país o estado en el que se encuentre la cuenta.

8. Notificar a otras instituciones financieras: Además de cerrar la cuenta bancaria, es importante notificar a otras instituciones financieras en las que el fallecido pudiera tener cuentas, como tarjetas de crédito, préstamos o inversiones. Esto ayudará a evitar el uso indebido de los activos financieros del fallecido.

9. Guardar la documentación: Por último, es recomendable guardar una copia de todos los documentos relacionados con el cierre de la cuenta bancaria del fallecido, incluyendo el certificado de defunción, la documentación presentada al banco y cualquier correspondencia relacionada. Esto puede ser útil en el futuro para cualquier problema o disputa que pueda surgir.

Si conoces a alguien que ha perdido a un ser querido recientemente, comparte este artículo sobre qué sucede si no cancelas una cuenta bancaria de un fallecido. Puede ser de gran ayuda en momentos difíciles y ayudar a evitar problemas legales innecesarios.

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