Es legal pedir aval bancario como garantía en alquileres.

Es legal pedir aval bancario como garantía en alquileres.
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En el ámbito de los contratos de alquiler, es común que los propietarios soliciten ciertas garantías al arrendatario para asegurar el cumplimiento de las obligaciones pactadas. Una de estas garantías es el aval bancario, una figura que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su seguridad y respaldo financiero.

El aval bancario es un contrato en el cual una entidad financiera se compromete a cumplir con las obligaciones de pago de un tercero en caso de incumplimiento. En el contexto de los alquileres, el aval bancario actúa como una garantía adicional para el arrendador, ya que en caso de impago por parte del inquilino, el propietario podrá reclamar el importe adeudado a la entidad bancaria que emitió el aval.

Ahora bien, surge la pregunta de si es legal pedir un aval bancario como garantía en los contratos de alquiler. La respuesta es afirmativa. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en España, el arrendador tiene la facultad de exigir garantías adicionales al inquilino, siempre que estas no sean abusivas o desproporcionadas. En este sentido, el aval bancario se considera una garantía aceptada y reconocida por la legislación vigente.

Es importante destacar que, aunque legalmente se permite solicitar un aval bancario como garantía en los alquileres, esto no implica que sea obligatorio. La decisión de exigir o no esta garantía adicional es potestad del propietario, quien valorará diversos factores como la solvencia económica del arrendatario y el riesgo que esté dispuesto a asumir.

Además, es fundamental que el aval bancario cumpla con ciertos requisitos para ser válido. Por un lado, debe ser emitido por una entidad financiera debidamente autorizada y regulada por el Banco de España. Por otro lado, debe especificar claramente las condiciones y el importe máximo de la garantía, así como la duración de la misma.

Funcionamiento del aval bancario de alquiler

El aval bancario de alquiler es una garantía que ofrece un banco a un arrendador como respaldo económico en caso de impago por parte del inquilino. Este aval se utiliza en situaciones en las que el arrendador necesita asegurarse de que recibirá el pago del alquiler, especialmente cuando el inquilino no cuenta con los recursos suficientes o no tiene un historial crediticio sólido.

El funcionamiento del aval bancario de alquiler es el siguiente:

1. El arrendador solicita al inquilino un aval bancario como garantía de pago del alquiler. Este aval puede ser solicitado al momento de firmar el contrato de arrendamiento o en cualquier momento durante la vigencia del contrato.

2. El inquilino se dirige a una entidad bancaria y solicita el aval bancario de alquiler. Para obtener el aval, el inquilino debe presentar cierta documentación, como su contrato de arrendamiento y su comprobante de ingresos.

3. El banco evalúa la solicitud del inquilino y, si cumple con los requisitos, emite el aval bancario. Este aval es un documento en el que el banco se compromete a pagar al arrendador una cantidad determinada en caso de impago por parte del inquilino.

4. Una vez obtenido el aval, el inquilino lo entrega al arrendador como garantía de pago. El arrendador puede conservar el aval durante toda la duración del contrato de arrendamiento o devolverlo al inquilino una vez finalizado el contrato y verificado que no existen deudas pendientes.

5. En caso de impago por parte del inquilino, el arrendador puede hacer efectivo el aval bancario presentándolo en el banco. El banco entonces procede a pagar al arrendador la cantidad estipulada en el aval.

Es importante tener en cuenta que el aval bancario de alquiler no exime al inquilino de su responsabilidad de pagar el alquiler. Si el inquilino no paga, el banco le cobrará la cantidad correspondiente y podrá tomar acciones legales en su contra para recuperar el dinero pagado al arrendador.

Conseguir aval bancario para alquiler

Conseguir un aval bancario para alquilar una propiedad es una opción muy común para aquellos que no tienen los recursos suficientes para pagar un depósito de garantía o no tienen un historial crediticio sólido. Un aval bancario es una garantía emitida por un banco en la que se compromete a pagar al propietario del inmueble en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones de pago.

Para obtener un aval bancario, el inquilino debe presentar una solicitud al banco. Es importante tener en cuenta que no todas las entidades bancarias ofrecen este servicio, por lo que es necesario investigar y comparar diferentes opciones. El banco evaluará la capacidad financiera del inquilino y solicitará documentos que respalden su solvencia económica, como comprobantes de ingresos y estados de cuenta bancarios.

Una vez aprobada la solicitud, el banco emitirá el aval bancario, que es un documento oficial que garantiza el cumplimiento de las obligaciones de pago del inquilino. Este documento debe ser presentado al propietario del inmueble como garantía adicional junto con el contrato de alquiler.

Es importante destacar que el aval bancario tiene un coste para el inquilino, ya que el banco suele cobrar una comisión por la emisión y mantenimiento del aval. Esta comisión puede variar dependiendo del importe y plazo del aval, así como de la política de cada entidad bancaria.

Además, es fundamental que el inquilino tenga en cuenta que el aval bancario solo cubre las obligaciones económicas del contrato de alquiler. Cualquier daño o desperfecto causado en la propiedad durante el periodo de arrendamiento deberá ser pagado directamente por el inquilino.

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